UN TECHO PARA MI PAÍS


UNA MANO AYUDA DE TECHO

21.05.2013 21:49


Carlos David participando en la Asamblea de Diagnóstico comunitario.

Para nadie es un secreto de la extrema pobreza la que abunda en diferentes partes del país, en Antioquia y en Medellín. Familias que viven en casas construidas por latas, cartón y diferentes materiales que puedan servir de soporte o para cubrirse de la lluvia y del sol.

TECHO, como venimos introduciendo, es una organización que busca superar la situación de pobreza que viven miles de personas en los asentamientos precarios, a través de la acción conjunta de sus pobladores y jóvenes voluntarios.

Entre sus jóvenes voluntarios de la sede Medellín TECHO, está Carlos David Herrera, de unos aproximados 24 años de edad, una estatura tipo mediana, de un semblante calmado y amable. Nos sentamos en la sala de reuniones de TECHO, a conversar y a preguntarle acerca de las vivencias y de los trabajos que vienen desarrollando con esta organización sin ánimo de lucro que ayuda a miles de habitantes en extremada pobreza.

Llegamos a la sala de reuniones, a eso de las dos de la tardes del viernes 17 de mayo, como habíamos citado. Carlos David llega un poco agitado y toma asiento, saluda con un apretón de manos y comienzo a preguntarle sobre su día.

Luego de decirme cómo ha pasado su día en un tono ansioso me dice: ¡Empecemos con esto! Y se ríe.

El inicio de esta conversación la comenzamos con esta pregunta ¿Qué significa para usted TECHO? Ante esta pregunta Carlos se echa para atrás, recostándose en la silla, piensa y me dice: “Esto para mí es muy significativo, es como una parte que me hace sentir bien, me hace sentir importante. El hecho de ayudar a construir la casa de alguien que la necesita, por sus escasos recursos, me hace un héroe por así decirlo. Es un todo, teniendo en cuenta que al principio que integré la organización lo hice por motivación de un primo que ya venía trabajando con ellos, pero sólo quería experimentar a ver qué tal era esto, más bien con las intenciones bajas. Pero mi primer experiencia fue la que me abrió los ojos, la que me mostró lo bueno que es esto y lo bien que se siente ver las caras felices de esas familias que necesitan de todo”. Según lo que veo, esto es algo apasionante y de corazón, le dije; Carlos, cuénteme acerca de esa primera experiencia, le pregunté; Carlos con un gesto de sorprendido me responde, “Bueno, esa primera vez que fui ayudante, fue en el barrio Santo Domingo¡bastante lejos de la zona urbana de Medellín! Exclamó. En ese sector, la palabra pobreza no llega a lo que realmente es, a eso se le puede llamar extrema pobreza, es triste ver cómo personas viven en unas situaciones que no son aptas para nadie en esta vida, comiendo de lo que les den y para acabar de ajustar, familias relativamente grandes, de 2, 3 hasta 4 hijos, con abuelos y personas enfermas. En esta experiencia el primer impacto fue duro, casi lloro, es imposible ver todo lo que había alrededor de donde estábamos. Eso fue aproximadamente hace 2 dos años y de ahí en adelante, vi que esto era lo mío, ver caras felices y ayudar al que realmente lo necesita. Bastante impactante ver esto, yo soy de los que pienso que no soy capaz de soportar ver a alguien mal, y sería algo de mucho impacto presenciar algo así como usted lo vivió, le manifesté. En este momento Carlos David me invita a tomar un vaso con agua y lo tomamos. Luego, David me pregunta acerca de mi carrera, de qué trata y desglosamos una conversación breve del enfoque profesional que conlleva el ser comunicador y relacionista corporativo.

Carlos David se para un momento, toma un respiro y vuelve y se acomoda en su silla. Bueno Carlos, retomando lo que hablamos ahora y siguiendo el hilo conductor, cuéntame ¿cuántas experiencias con TECHO has tenido?

Jummm! Piensa un rato rascándose la cabeza, yo creo que más o menos unas treinta y cinco experiencias, pero de crear casas, porque la organización también cuenta con muchas más actividades donde también nos involucran como ayudantes voluntarios y no sólo es para ir a los barrios a dar casa a las familias pobres, también se hacen conciertos, cenas, colectas con el objetivo de recaudar fondos para aquellos que lo necesitan.

Buena trayectoria Carlos, eso es bastante y bueno para ayudar a aquellos que lo necesitan. A esto Carlos David me responde, si Oscar Daniel es bastante pero siento que hay que seguir trabajando por esta causa que emerge en la sociedad. En ese momento, a Carlos le suena el celular y sale del recinto, al colgar la llamada, entra y me dice que debe salir un poco urgente y que no me puede seguir acompañando en la conversación; siendo así no le quito más tiempo Carlos, le dije;  nos despedimos, le agradecí por el rato y la información brindada. Saliendo de la edificación me dice, Oscar lo espero por acá, motívese a ayudar y a ver caras felices.

Por: Oscar Daniel. 

—————

Volver



Crea una página web gratis Webnode